Camino en la Sucesión – San Higinio, defensor de la fe frente a las herejías
Bienvenidos a este nuevo episodio de Camino en la Sucesión, un proyecto de CIVIC-ODM, donde recorremos la historia de los primeros Papas como custodios de la fe y de la sucesión apostólica.
Hoy nos detenemos en San Higinio, noveno Papa de la Iglesia, que gobernó entre los años 136 y 140 d.C., durante el reinado del emperador Antonino Pío.
El Imperio disfrutaba de relativa paz bajo Antonino Pío, pero las tensiones para la Iglesia no venían tanto del poder civil como del interior de la misma comunidad cristiana.
En estos años comenzaron a aparecer herejías de gran influencia, como el gnosticismo y los primeros intentos de reinterpretar el mensaje cristiano con categorías filosóficas ajenas a la fe apostólica.
En Roma, San Higinio tuvo que enfrentar figuras como Valentín, un célebre gnóstico que defendía una visión elitista de la fe y negaba la encarnación plena de Cristo.
San Higinio aparece en las listas episcopales antiguas como el noveno sucesor de Pedro, tras San Telesforo.
Su pontificado se destaca porque, más que introducir ritos litúrgicos, debió custodiar la pureza de la doctrina apostólica frente a la amenaza de doctrinas erradas.
San Higinio nos muestra que la Iglesia primitiva no fue un espacio de “libre interpretación”, sino que desde el inicio existió una autoridad magisterial que custodiaba la fe.
Este episodio es clave apologéticamente para mostrar que el Papa no fue una invención medieval, sino que ya en el siglo II ejercía como garante de la fe auténtica.
San Higinio nos enseña que la unidad de la Iglesia no depende de maestros carismáticos, sino de la sucesión apostólica que custodia la verdad revelada.
Su lucha contra el gnosticismo y su reafirmación de la autoridad doctrinal del Papa marcan un hito en la historia de la Iglesia: la fe no es esotérica ni secreta, sino el tesoro de todos los creyentes transmitido fielmente desde Pedro.