📑 Camino en la Sucesión – San Telesforo, la liturgia como corazón de la fe
Bienvenidos a este nuevo episodio de Camino en la Sucesión, un proyecto de CIVIC-ODM, donde recorremos la historia de la Iglesia primitiva a través de la sucesión apostólica en Roma.
Hoy nos detenemos en San Telesforo, octavo Papa de la Iglesia, que gobernó entre los años 125 y 136 d.C., en tiempos de los emperadores Adriano y Antonino Pío.
Roma atravesaba un período de relativa estabilidad política bajo Adriano, aunque con una fuerte presión cultural y religiosa hacia el sincretismo: se toleraban muchos cultos, pero no la exclusividad cristiana.
Los cristianos seguían siendo considerados “ateos” porque rechazaban rendir culto a los dioses del Imperio. Esta negativa seguía generando persecuciones locales, y en este ambiente San Telesforo guió a la Iglesia con firmeza, hasta dar su vida como mártir.
San Telesforo aparece en las listas de sucesión confirmadas por San Ireneo de Lyon, quien lo menciona expresamente como mártir y como uno de los Papas que defendió la tradición recibida de los Apóstoles.
Esto confirma que su pontificado fue reconocido como un eslabón sólido en la cadena ininterrumpida que une a la Iglesia con Pedro y Cristo mismo.
San Telesforo es especialmente recordado por su aporte a la vida litúrgica de la Iglesia primitiva, en continuidad con los Papas anteriores:
San Telesforo nos recuerda que la liturgia no es un simple ritual, sino un acto confesional y apologético:
San Telesforo nos enseña que la fe se transmite tanto por la predicación como por la liturgia. Lo que celebramos en Navidad, en Pascua y en el tiempo de preparación cuaresmal no son simples tradiciones, sino expresiones vivas de la fe apostólica.
Su pontificado muestra que desde los primeros siglos la Iglesia supo custodiar el misterio de Cristo a través de la liturgia, y que esa misma fe sigue viva hoy en cada Misa que celebramos.