Nos situamos hacia la mitad del siglo II, alrededor de los años 155 al 166 d.C. El cristianismo sigue extendiéndose por todo el Imperio Romano, en medio de tensiones externas —persecuciones locales, incomprensión cultural— y también de desafíos internos —herejías, divisiones y prácticas diversas entre comunidades.
Es en este contexto cuando llega al trono de Pedro San Aniceto, el undécimo Papa de la Iglesia. Su nombre significa “inconquistable”, y en efecto, su pontificado fue un signo de firmeza y reconciliación.
Uno de los principales debates de su tiempo fue la fecha de la celebración de la Pascua.
📌 Esta diferencia amenazaba con fracturar la unidad de la Iglesia.
San Aniceto convocó y recibió en Roma a figuras relevantes como San Policarpo de Esmirna, discípulo de San Juan Apóstol. Aunque no llegaron a un acuerdo común sobre la fecha, se reconocieron mutuamente en la fe y la comunión eucarística. Así, Aniceto mostró que la unidad de la Iglesia no depende de uniformidad externa, sino de la comunión en Cristo.
Durante su pontificado siguieron activos los gnósticos y marcionitas. San Aniceto:
San Aniceto fortaleció la función del Obispo de Roma como:
El pontificado de San Aniceto nos recuerda que la Iglesia, desde sus orígenes, tuvo que enfrentar tensiones internas y amenazas externas. Pero en todo ello, el sucesor de Pedro fue y sigue siendo el garante de la unidad en la verdad.
Aunque las costumbres litúrgicas podían variar, la fe común en Cristo y la comunión con Roma preservaban la Iglesia de la división.
San Aniceto, el Papa “inconquistable”, nos enseña que la unidad no se logra eliminando la diversidad, sino centrándonos en el corazón del Evangelio: Jesucristo, muerto y resucitado por todos.
📑 Anexo – Camino en la Sucesión: San Aniceto, Papa 11 (155–166 d.C.)
En tiempos de Aniceto, existían dos tradiciones principales sobre la celebración de la Pascua:
| Región | Práctica | Justificación | Riesgo percibido |
| Oriente (Asia Menor) | Celebraban el 14 de Nisán (calendario judío), el día de la Pascua judía, independientemente del día de la semana. | Continuidad con la tradición apostólica de San Juan y las raíces judías del cristianismo. | Parecía demasiado “dependiente” del calendario judío. |
| Occidente (Roma) | Celebraban siempre en domingo, día de la Resurrección del Señor. | Enfatizaba la novedad cristiana y la centralidad del Domingo como “día del Señor” (Dies Domini). | Amenaza de ruptura con otras comunidades cristianas. |
📌 El mérito de Aniceto fue mantener la unidad de la fe y la comunión, aunque persistiera la diversidad de costumbres.
San Aniceto también se preocupó por la disciplina eclesial. La tradición le atribuye haber regulado la tonsura clerical (el corte de cabello de los clérigos como signo de consagración).
En un tiempo de proliferación de maestros gnósticos y marcionitas, Aniceto reafirmó:
📖 San Ireneo, testigo posterior de este período, escribió:
“Es con esta Iglesia de Roma, a causa de su origen más excelente, que toda Iglesia debe estar de acuerdo, pues en ella la tradición apostólica ha sido conservada” (Adv. Haer. III, 3,2).
San Aniceto aparece como el Papa que:
Su pontificado demuestra que la Iglesia del siglo II no era una comunidad desorganizada, sino ya una institución consciente de su misión universal y guiada por el sucesor de Pedro como garante de la fe.