Bienvenidos a Camino en la Sucesión, un podcast de CIVIC-ODM.
Hoy damos un paso más en este recorrido y nos encontramos con el Papa 23: San Lucio I (253–254 d.C.)1.
- Contexto histórico
San Lucio I fue elegido Papa en el año 253, tras el martirio de San Cornelio. El Imperio estaba en crisis: había persecuciones intermitentes y una gran inestabilidad política. El Papa Lucio mismo fue arrestado y desterrado por un tiempo, lo que reforzó su autoridad como confesor de la fe (es decir, quien sufrió por Cristo sin llegar a la muerte martirial inmediata).
- Continuidad con Cornelio: la cuestión de los lapsi
Lucio mantuvo la línea pastoral de su predecesor Cornelio en relación con los cristianos que habían apostatado bajo persecución (lapsi):
- Ratificó que la Iglesia tiene poder de reconciliar a los que han caído, siempre que haya penitencia verdadera.
- Se opuso al rigorismo novacianista, que aún causaba división.
- San Cipriano de Cartago lo elogió y reconoció como “varón de fe íntegra y verdadero sacerdote de Dios”.
👉 Así, Lucio aseguró la continuidad doctrinal y pastoral de Roma.
- Defensa de la unidad eclesial
Lucio reafirmó que:
- El Papa es garante de la unidad de la Iglesia universal.
- Roma debía permanecer en comunión con África y Oriente frente a los cismas.
- La caridad y la misericordia no eran debilidad, sino expresión del Evangelio.
San Cipriano, en una carta dirigida a Lucio, lo llamó “bienaventurado mártir designado, que ha sido coronado por la confesión de la fe”.
- Legado de San Lucio I
- Confesor y Pastor: aunque su pontificado fue breve (menos de un año), dejó el testimonio de un Papa fiel y firme en la adversidad.
- Continuidad de la misericordia: mostró que la Iglesia no cambia su doctrina con cada Papa, sino que mantiene un hilo de sucesión apostólica.
- Unidad frente al cisma: fortaleció el vínculo entre Roma y las Iglesias locales.
- Mensaje apologético y pedagógico
San Lucio I nos recuerda que:
- La Iglesia no es una institución humana que se adapta al vaivén de cada líder, sino una continuidad viva desde Pedro.
- El perdón y la misericordia son notas esenciales de la identidad católica.
La autoridad de Roma ya en el siglo III era reconocida por obispos de otras regiones como signo de comunión y ortodoxia