- Contexto histórico
San Esteban fue elegido Papa en el año 254 d.C., en medio de tensiones doctrinales y pastorales que dividían a las Iglesias. Su pontificado coincidió con un tiempo de relativa calma política bajo el emperador Galo, pero de fuerte debate interno sobre la disciplina sacramental.
Los grandes temas que marcaron su pontificado fueron:
- La validez del bautismo conferido por herejes.
- La defensa de la unidad sacramental de la Iglesia.
- La afirmación del primado romano en decisiones doctrinales.
- La controversia sobre el bautismo de herejes
En África y Asia Menor, varios obispos —entre ellos San Cipriano de Cartago— sostenían que los bautismos realizados por herejes eran inválidos y debían repetirse.
San Esteban, en cambio, defendió con firmeza:
- Que el bautismo administrado con la fórmula trinitaria (en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo) es válido, incluso si lo administra un hereje.
- Que la eficacia del sacramento no depende de la santidad del ministro, sino de la gracia de Cristo que actúa en él (ex opere operato).
👉 Esta enseñanza será más tarde confirmada por San Agustín y los Concilios, convirtiéndose en una de las doctrinas centrales de la teología sacramental.
- Defensa del primado de Roma
El debate con Cipriano y otros obispos africanos puso de relieve el papel de Roma como:
- Árbitro doctrinal en controversias teológicas.
- Garante de la unidad sacramental.
- Sucesor de Pedro, cuya misión es “confirmar a sus hermanos en la fe” (Lc 22,32).
San Esteban ejerció este rol con decisión, mostrando que la Iglesia no podía fragmentarse en prácticas sacramentales diversas según cada región.
- Legado de San Esteban I
- Definió la validez del bautismo hereje, cimentando el principio del ex opere operato.
- Reforzó el primado romano como instancia doctrinal suprema.
- Unidad en la diversidad: defendió que lo esencial era la fidelidad a Cristo y a los sacramentos, no las disputas locales.
- Murió mártir en el año 257, durante la persecución de Valeriano, mientras celebraba la Eucaristía en las catacumbas.
- Mensaje apologético y pedagógico
San Esteban I nos recuerda que:
- La gracia de Cristo es más fuerte que las debilidades humanas: los sacramentos no dependen de la pureza del ministro, sino del poder de Dios.
- Roma, desde los primeros siglos, actuó como centro de unidad y ortodoxia.
- La fidelidad a la fe apostólica se mantiene viva a través de la sucesión de Pedro, que guía a la Iglesia en medio de tensiones y divisiones.