Bienvenidos a Camino en la Sucesión, un podcast de CIVIC-ODM (Fundación y Movimiento para la Transformación del Liderazgo y la Economía con Fe y Propósito).
Hoy damos un paso más en este recorrido en continuidad con el anexo especial “La Misa primitiva en las domus ecclesiae”
- Ignacio de Antioquía († c. 110)
- En sus Cartas (especialmente a los Esmirniotas y a los Efesios), Ignacio defiende con fuerza la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
- Llama a la Eucaristía “medicina de inmortalidad y antídoto contra la muerte”.
- Ataca a los docetas que negaban la humanidad de Cristo: “Se apartan de la Eucaristía porque no confiesan que la Eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, la misma que padeció por nuestros pecados” (Smyrn. 7,1).
👉 Desde el siglo I-II la fe en la presencia real era clara y se usaba apologéticamente contra las herejías.
- San Justino Mártir († c. 165)
- En su Primera Apología describe detalladamente la Misa primitiva.
- Explica que el pan y el vino, después de la plegaria eucarística, “ya no son pan y vino comunes, sino el Cuerpo y la Sangre de Cristo encarnado” (Apología I, 66).
- Relata también cómo se llevaba la comunión a los ausentes, mostrando la centralidad del sacramento en la vida de la Iglesia.
👉 Su testimonio conecta la Eucaristía con la tradición apostólica y la distingue de cualquier banquete ritual pagano.
- Ireneo de Lyon († c. 202)
- En Adversus Haereses, combate al gnosticismo defendiendo la Eucaristía.
- Enseña que el pan y el vino, fruto de la creación, son transformados por la acción de Dios en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
- Afirma: “Nuestra manera de pensar está de acuerdo con la Eucaristía, y la Eucaristía a su vez confirma nuestra fe” (IV,18,5).
- Usa la Eucaristía como argumento contra los herejes: si el pan y el vino son realmente transformados, entonces la carne humana está llamada a la resurrección.
👉 Aquí se ve cómo la Eucaristía fundamenta la teología de la encarnación y de la resurrección.
- San Agustín († 430)
- Subraya la dimensión sacramental y eclesial: el pan consagrado es signo real del Cuerpo de Cristo, y quienes lo reciben son incorporados a la Iglesia como su Cuerpo místico.
- Predicaba: “Sed lo que recibís y recibid lo que sois: Cuerpo de Cristo” (Sermón 272).
- No niega la presencia real, pero enfatiza que la comunión no es solo con Cristo presente en la hostia, sino con toda la Iglesia.
👉 Con Agustín se fortalece la comprensión de la Eucaristía como misterio de unidad y caridad.
- Dimensión apologética
- Los Padres muestran que la fe en la presencia real y sacrificial no es una invención medieval, sino una convicción apostólica.
- Refutaron a herejes (docetas, gnósticos, marcionitas) que negaban la encarnación, usando la Eucaristía como prueba de la fe católica.
- Destacan que la Eucaristía no es solo alimento espiritual, sino fuente de unidad y comunión universal.