All Sermons
This content is part of a series Camino en la Verdad, in topic Audios & .

La Asunción de María

  • Segundo Álvarez
Date preached September 20, 2025
  1. Introducción

Hoy cerramos este bloque mariano con un dogma lleno de esperanza: la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al cielo.
Proclamado solemnemente por el Papa Pío XII en 1950 con la constitución apostólica Munificentissimus Deus, enseña que María, al terminar su vida terrena, fue llevada a la gloria celestial en cuerpo y alma.

La Asunción no es un premio aislado, sino una señal para toda la Iglesia: donde está María, estaremos también nosotros si permanecemos en Cristo.

  1. Fundamento bíblico

Aunque la Asunción no se describe explícitamente en la Escritura, está profundamente enraizada en la revelación:

📖 Apocalipsis 12,1:

“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza”.

La mujer gloriosa es interpretada tanto como imagen de la Iglesia como de María, elevada ya a la gloria.

📖 Salmo 132,8:

“Levántate, Señor, ven a tu descanso, tú y el arca de tu poder”.

Los Padres vieron en María el verdadero Arca de la Alianza, llevada al cielo por Dios.

📖 1 Corintios 15,22-23:

“Así como en Adán todos mueren, en Cristo todos volverán a la vida, pero cada cual en su orden: Cristo como primicia, después los que son de Cristo en su venida”.

María, la primera y más perfecta discípula, participa anticipadamente de la resurrección prometida a todos.

  1. Testimonio patrístico y tradición

La fe en la Asunción aparece en la tradición más antigua de la Iglesia:

  • Transitus Mariae (escritos apócrifos s. IV-V): testimonio de la creencia temprana en la glorificación de María.
  • San Juan Damasceno (s. VIII): “Era necesario que aquella que en su seno llevó al Creador, habitara en los tabernáculos divinos”.
  • San Germán de Constantinopla: “Tú, como la tierra incorrupta, has sido elevada a la gloria del cielo, oh Madre de Dios”.
  1. Magisterio de la Iglesia
  • Constitución Apostólica Munificentissimus Deus (1950):

“Proclamamos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.

  • Catecismo (CIC 966):

“La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos”.

  • Concilio Vaticano II – Lumen Gentium (59):

“La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y exaltada por el Señor como Reina del universo”.

  1. Apología frente a objeciones
  • Objeción protestante: “La Asunción no está en la Biblia”.
    ✅ Respuesta: Muchos dogmas cristianos están implícitos, no explícitos (ejemplo: la Trinidad). La Asunción es una verdad coherente con la fe en la resurrección y glorificación de los que son de Cristo.
  • Objeción racionalista: “Es un mito tardío”.
    ✅ Respuesta: La tradición de la Asunción está atestiguada desde los primeros siglos en Oriente y Occidente. La definición dogmática no inventa, sino que reconoce lo que la Iglesia siempre ha creído.
  1. Dimensión espiritual

La Asunción enseña que:

  1. El cuerpo humano tiene un destino eterno: no está hecho para la corrupción, sino para la gloria.
  2. María es la primicia después de Cristo: lo que en ella se ha cumplido es promesa para nosotros.
  3. La esperanza cristiana no es evasión: nuestra vida terrena tiene valor porque camina hacia la plenitud.
  1. Aplicación práctica
  • Para el empresario o líder: la Asunción recuerda que ninguna riqueza terrena perdura; el verdadero éxito está en vivir de manera que todo apunte a la eternidad.
  • Para la familia: enseña a vivir con esperanza frente a la muerte, transmitiendo a los hijos que el destino del cristiano es la vida eterna.
  • Para el discípulo cotidiano: invita a mirar al cielo sin dejar de trabajar en la tierra, sabiendo que cada acto de amor construye ya nuestra eternidad.
  1. Conclusión

La Asunción de María no es solo un privilegio personal, sino un signo de lo que Dios quiere hacer con cada uno de nosotros.

👉 Al contemplar a María gloriosa en el cielo, recordamos que nuestro destino no es la tumba, sino la vida eterna en cuerpo y alma con Cristo.

📌 Cierre para el oyente:
“Cuando mires al cielo, piensa que allí está una de los nuestros, María, ya en cuerpo y alma. Donde ella ha llegado, nosotros estamos llamados a llegar. Vive con esperanza, trabaja con fe, y camina con los ojos puestos en la meta eterna”.

In series Camino en la Verdad