Episodio 115: Anexo II – El sucesor del santo la carga espiritual de continuar una obra divina
El pontificado de Sabiniano nos deja una enseñanza profunda:
continuar una obra santa exige más humildad que iniciarla.
El santo crea desde la inspiración; el sucesor persevera desde la fidelidad.
Y sin embargo, ambos son parte del mismo designio:
uno manifiesta la grandeza de la gracia, el otro su perseverancia en el tiempo.
“El Espíritu no se detiene con los santos, sigue obrando en los fieles que los suceden.”
Sabiniano, con su prudencia y su firmeza, encarna la figura del custodio del fuego,
aquel que, sin ser profeta, mantiene viva la llama. Y en esa llama, silenciosa pero pura,
la Iglesia aprendió que la santidad también consiste en continuar.